decoracion

Monday, March 20, 2006

Disfrutar al aire libre



Si tenemos la suerte de disponer de terraza, patio, o jardín, el mayor error es echarles el cerrojo cuando el tiempo es más duro, ya que es una ocasión excelente para replantear su acondicionamiento y preparar el espacio para la llegada de la próxima primavera.

Las dos premisas básicas de las que debe arrancar nuestro proyecto serán la orientación de este espacio que queremos decorar y el uso que pensamos darle.
La orientación determinará en qué momento del día recibe luz, cómo varía ésta según la estación, la exposición a los vientos y el nivel de intimidad respecto a los vecinos.
La clave del éxito para lograr un toque personal y acogedor radicará en los elementos que utilicemos, que deben ser básicos, resistentes a la humedad y prácticos. Los muebles, además, deben ser extensibles y fáciles de retirar y apilar si es preciso, de fácil limpieza y que no acumulen polvo en exceso. Los nuevos materiales –resinas, fibras, maderas, etc.- ofrecen estas ventajas.
Otro elemento importante en nuestro proyecto han de ser las telas. Precisamente, en las telas para exterior se ha producido un llamativo progreso, no sólo en sus colores y diseños –ahora se admiten antes las rayas, lisos o cuadros que las tradicionales flores-, sino también en sus posibilidades impermeables, de resistencia al cloro y al sol, transpirabilidad, etc. Y, por supuesto, la inmensa mayoría son lavables. Manteniendo un cuidado básico, cualquiera de ellas puede cumplir nuestras expectativas sin que sea preciso sustituirlas cada temporada.

El toque de alegría lo han de dar las flores y plantas. Si las distribuimos en macetas y jardineras nos ayudarán además a elevar la altura de una barandilla, señalar un escalón, o dividir ambientes. En el caso de balcones o porches tenemos total licencia para combinar variedades y colores reuniendo tulipanes, hortensias, petunias o crisantemos, aunque también pueden quedar muy bien algunas plantas medicinales. Para lograr un efecto cromático impactante buscaremos el contraste entre sus colores y los de las fundas de los cojines.

Más importante que los muebles son las plantas. Una terraza debe tener flores, a ser posible todo el año y con el mínimo mantenimiento, porque nadie tiene tiempo. Lo ideal es no tener que cambiarlas, sino emplear arbustos como el brezo en invierno, agapanto en verano y cualquier otra en primavera.
En espacios pequeños, además, siempre son interesantes las trepadoras con olor, como el “falso jazmín”, porque son verticales, dan verdor y no ocupan mucho espacio. Además del riego y la poda, en Madrid basta con fumigar y abonar dos veces al año.
Cuando se trata de terrazas cerradas, las plantas de interior nos ofrecen también muchas posibilidades decorativas, además de su buen papel como purificadoras del aire. A su favor tienen también la sencillez de su mantenimiento y cuidados. Basta retocarlas un par de veces al año para estimular su crecimiento.

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